miércoles, 19 de agosto de 2009

Algunos mini cuentos

Paternidad responsable
Carlos Alfaro
Era tu padre. Estaba igual, más joven incluso que antes de su muerte, y te miraba sonriente, parado al otro lado de la calle, con ese gesto que solía poner cuando eras niño y te iba a recoger a la salida del colegio cada tarde. Lógicamente, te quedaste perplejo, incapaz de entender qué sucedía, y no reparaste ni en que el disco se ponía rojo de repente ni en que derrapaba en la curva un autobús y se iba contra ti incontrolado. Fue tremendo. Ya en el suelo, inmóvil y medio atragantado de sangre, volviste de nuevo tus ojos hacia él y comprendiste. Era, siempre lo había sido, un buen padre, y te alegró ver que había venido una vez más a recogerte.

Infernalia
José Emilio Pacheco
Anoche no soñé. Despierto, comprendí que estaba en el infierno y ustedes eran los demonios.

La Brevedad
Gabriel Giménez Emán
Me convenzo ahora de que la brevedad es una entelequia cuando leo una línea y me parece más larga que mi propia vida, y cuando después leo una novela y me parece más breve que la muerte.

Tabú
Enrique Anderson Imbert
El ángel de la guarda le susurró a Fabián, por detrás del hombro:
-¡Cuidado, Fabián! Está dispuesto que mueras en cuanto pronuncies la palabra zangolotino.
-¿Zangolotino? – Pregunta Fabián azorado.
Y muere.

El dinosaurio
Augusto Monterroso
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

En otras entradas seguiré compartiendo mini cuentos.

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